Teníamos un momento libre, digo «teníamos» porque estaba con
él.
Unos días antes no sabía que iría con él, años anteriores había excusas
Unos días antes no sabía que iría con él, años anteriores había excusas
flotando en el aire, sí, me molestaban, luego por una u otra cosa
en ese
entonces no se concretaba la reunión.
Este año fue de un día para otro, me dijo que asistiría, no
lo tome en cuenta,
puesto que para estos eventos el siempre tiene planes, me
recuerda una canción,
en mi mente suena esa línea, que esa canción parece
escrita para mí, es de Torreblanca:
«Aroma de burdel y
cuellos de camisa, sombras y rubores
Me daba igual, no hay
sordera peor que la de quien no quiere oír
-Estúpida no soy.
Me dicen es normal,
que nada significa, yo digo:
-Sí amiga, la culpa
ha sido mía, toda la culpa ha sido mía.
Y el dolor de cabeza,
las mañanas frías desiertas, ya no
Malas caras, promesas
y preguntas sin respuesta, no
Y en las horas, los días,
semanas, comidas, llamadas,
De amigas de la vida inventas,
mentiras, mentiras, mentiras, ya no
Ya no».
Luego para volverme a decepcionar, esta vez no.
Mis amigos
también asistirían obviamente ellos tenían su propio plan
ó al menos eso tenía
por enterado hasta unos días antes.
El no estar en la misma ciudad sumándole
los medios electrónicos
a veces logran atrofiar un poco el mensaje, si cuando
uno se dice
cosas frente a frente el mensaje se puede alterar
ahora con esta
modernidad pues también.
Le dije, el que me digas que irás es: ¿Para que vaya
contigo?
o ¿sólo me avisas? Digo hay ambigüedad, con él nunca se sabe,
esa
creación de dudas existenciales se vuelve algo tentadora con el tiempo.
Quedo
en mutuo acuerdo que si los artistas coincidían
y que si nos veíamos pues
iríamos los dos.
Obviamente era plan con maña, nadie quería perderse a sus
artistas
y aunque el otro pataleara iríamos al de quien ganara, sí,
me toco la
de perder, yo cedí a ver a algunos artistas que él quería ver.
Así es la vida, «the winner takes it all» Hay que quitarse el orgullo
y disfrutar, las
nuevas experiencias enriquecerán se quiera o no,
para volver o para irse
corriendo.
Tenemos principios parecidos, y yo, algunos cuantos muchos
gustos adquiridos por él, por su vida. Obviamente coincidimos
en un noventa por
ciento de los grupos que teníamos planeados.
En el evento nos toparíamos a mis
amigos.
Yo era la que tenía los boletos de acceso, el primer día me hicieron
la
jugada de llegar tarde, se salió de sus manos, su presencia fue tardía,
él y
yo, ya teníamos que entrar al evento.
Luego corrimos, ahí nos dimos cuenta que
habíamos llegado a tiempo,
sin esperarlos nuestra travesía hubiera sido
tranquila.
De ahí comprendí que mi «grinch»
interior no puede
esconderse por largas jornadas de tiempo, empezaron a
llamarme,
me sentí atiborrada como cuando mi padre intenta localizarme,
una,
dos, tres, cuatro llamadas, mensajes, llamadas, mensajes.
Y sin dejarme estar
en el momento, ahí con él. Gracioso, sí, lo pensé,
ahora que justo quería estar
ahí, sin nadie más que él en ese lugar,
mi teléfono no dejaba de sonar, claro,
el «lo siento-perdón» saldría
de sus bocas, alivio espiritual para quien lo
pronuncia, para mí no.
En esos momentos no dudaba en tirar el teléfono a un bote de
basura
o dejarlo en el pasto, para que alguna manada de humanos lo hiciera
trizas,
así jamás volvería a sonar JAMÁS. Abandone esa idea pronto,
pues era el
único medio para reportarme con la base, con él,
simplemente lo metí al
pantalón y lo ignoré, y quizás eso en sentido figurado,
al poco rato lo
revisaba por si había noticias de desorientación geográfica o muerte.
La envidia corroe a algunas personas, pienso que eso
sucedió,
hay quienes no están a gusto y que intentan joder a los demás.
Uno
esta tranquilo con la vida, alguien observa ese momento y
lo envidia sin más, e
intenta arruinar ese momento tratando de
conseguir estar en tu lugar porque piensa
que estando en tu lugar,
eliminándote, obtendrá esa misma sensación de cuando te
observaba,
poseer la tranquilidad que observo en ti.
Principio que no funciona,
uno, porque no es tú.
Dos, porque como dice el uno, no es tú.
Entonces tenías previsto todo menos eso,
menos la estúpida
envida de los que te rodean.
O quizás sólo sea tu imaginación, tu mismo
envidias el momento que ahora gozas.
Las posibilidades son infinitas cuando dejas que el río te
lleve,
aunque esta vez estas seguro que no eres tú, en realidad respiras
y
dices: No, no soy yo, lo reconozco.
Así como otras veces reconoces que irradias
maldad,
al menos yo así funciono, hay días que sí le ando disparando a todo
mundo.
Esperábamos a que el lugar abriera, queríamos una bebida de
ahí,
así que no nos iríamos sin obtenerla, para tercos, nosotros.
Sólo faltaban
unos quince minutos. Me dijo: ¿Quién es ese?
Yo en mi mundo, ni tenía pensado
en encontrar a alguien así, a ese hombre.
Mi corazón se entusiasmo con su presencia, era «Nico» ahí
frente a nosotros,
más bien el actor que interpreto, que le dio vida. Se
vinieron a mi mente
un montón de recuerdos, años atrás, los días no vividos.
Quizás sea un punto de irrelevancia para quién se entere de esto.
Ese actor fue
un punto clave en mi vida.
Cada semana era casi obligatorio observarlo,
era nuestro ritual, ver la seria del once del momento
de eso
que esperas con ansias, pues ese día hablábamos él y yo,
él, con quien ese día
pronuncio, ¿Quién es ese?
Yo su fan ahí, el fan principal, fan de todo lo que nos
paso.
En mi mente en esos minutos que estuve a menos de un metro
de él
tenía una lista con puntos que mencionaré, que no salieron de mi boca
pero que siguen ahí:
1.- Gracias por existir
2.-Es neta, GRACIAS por existir.
3.-Él también es «Charly» y sí, también la hice de su fan.
4.-Ni tiene idea que en el programa/serie en que usted
participo,
esa hora los miércoles, nos unía a los dos, me inundaba de
felicidad,
yo quería que esa hora fuera eterna, así durar más tiempo
escuchándolo,
pero no a usted, no se ofenda, a él, a mi acompañante, que me
platicase
más de la ciudad, de esos lugares por donde andaban usted y Charly.
Ese montón de canciones, de momentos, de historias para los
nietos.
5.-Esos días fortalecieron nuestra relación.
6.-Gracias, en verdad gracias.
En eso el tiempo siguió su curso, llego el momento de las
bebidas,
nos atendieron, le atendió la misma chica, una chica bonita,
me
pregunto que música le gusta, si esta interesada en las artes
o algo parecido o
quizás sólo sea de esa gente trabajadora
que los días se le pasan, tienen una
familia y así,
un ciclo de medianidad que tanto me asusta.
Avanzamos, un artista más, una hora más, el día se volvió
noche,
se nos acabo el festival, había que volver a casa.